Mundo subjetivo
En un mundo donde reina la subjetividad, donde cada verdad es solo una posibilidad, se pierden los hechos en mar de relatividad, y la certeza se ahoga en la marea de la parcialidad. Las brújulas giran sin rumbo ni finalidad, los mapas del conocimiento pierden su veracidad, cada paso adelante, un baile de incertidumbre, y cada palabra dicha, sujeta a la interpretación de la mente. ¿Dónde queda la justicia en tal realidad? Si lo justo para uno, otro puede cuestionar. La moral se vuelve un traje a la medida, cambiante, como el viento que mueve la vida. En un mundo subjetivo, ¿quién dicta el camino? ¿Son los deseos propios el más alto destino? O en la búsqueda de sentido, nos perdemos más, en un laberinto de espejos, sin principio ni final. Así, en la subjetividad, encontramos la trampa, de creer que nuestro mundo es el centro del mapa. Olvidamos que hay estrellas más allá de nuestro cielo, y verdades universales, ocultas en el velo.